"Maldita Primavera", de la cantante mexicana Yuri, es un cover del hit italiano "Maledetta Primavera", escrito y compuesto por Paolo Cassella y Gaetano Savio, y cantado por Loreta Goggi para el Festival de San Remo. Ambas se escucharon por primera vez hacia 1981 y pertenecen a la gran historia y relación simbiótica entre la balada italiana y la latinoamericana, la cual posteriormente daría mayores frutos hacia los noventas con la música de Laura Pausini, Eros Ramazzotti y Tiziano Ferro, entre otros exponentes. Pero la verdad es que los ochentas fueron una gran década para la balada italiana. Ese mismo año sonó en ambas regiones "Sarà perché ti amo/ Será porque te amo", "Yo no le pido a la Luna/Non voglio mica la luna", "Felicitá/Felicidad" y más. De hecho, muchas de estas canciones incorporaban sonidos del Italo Disco que hasta el día de hoy sigue impactando a muchos compositores de música pop a nivel global.

Llevo un tiempo preguntándome sobre el ejercicio de la traducción, sobretodo porque ello está súper presente, desde el Google Translate, que te ofrece traducir cualquier página y contenido en web, hasta la muy contemporánea urgencia de volcarnos hacia el mundo digital dada la pandemia global. Esto me lleva a pensar qué pasó entre la versión de "Maldita Primavera" de Loretta Goggi y la de Yuri, y, posteriormente, con la versión de Javiera y los Imposibles del 2001. Porque me parece que, por las miles de pasiones que levantan cada una de las versiones, se tratan de traducciones exitosas que consideran tanto el contexto como las especificidades de los lenguajes italiano y español.

En la versión en italiano de Loretta Goggi hay un mayor énfasis en la preguntas retóricas, de hecho, todo el coro son preguntas sobre la naturaleza de una maldita primavera que dejó recuerdos de un amor fugaz, casi una lista de reclamos hacia esta temporada. Por otro lado, la versión en español de Yuri comienza en una suerte de tono narrativo sobre el melodrama de un amor que comenzó y terminó en la primavera, y ahora queda como un recuerdo erótico. Es más, se hace referencias a la dulzura de esta primavera que en la versión de Goggi no están presentes. La adaptación de la canción al español, hecha por el compositor Luis Gómez Escolar, le quitó las preguntas ya que traducirlas al español habría roto la melodía de la canción. Además, fue una versión más apropiada para Yuri, que contaba con tan solo 17 años cuando cantó por primera vez la canción. Para el público latino, era mil veces más creíble que ella narre sobre una temporada triste en lugar de hacer reclamos a una estación que habría experimentado muchísimas menos ocasiones que Loretta hacia el 81.

Y por extensión, la versión de la banda chilena Javiera & Los Imposibles es totalmente distinta, ya que, veinte años después, "Maldita Primavera" se convirtió en un himno de lo agridulce que puede ser enamorarse. En esta versión, contamos con una mayor presencia de la percusión y, en menor medida, del piano, alejándose del sonido característico de la versión italiana. Además, si bien se mantiene fiel a las líricas de Yuri, cambia el final para repetir "pienso en ti", para aludir a la característica onírica de la expectativa de romance. En esta versión - como sugiere el video musical - estaríamos disfrutando la canción a través de los ojos de una niña que come su almuerzo, baila, pinta y piensa en esa temporada a la cual alude la canción.

Todo este preámbulo para plantear la idea de que las cosas se adaptan, cambian y mutan. Hay una tremenda energía contenida en cada uno de los medios y contextos en los cuales se produce trabajo artístico. Muchas veces, solo guiarnos por una necesidad urgente de acercarlo a algún lenguaje cómodo más rápidamente, descontextualiza y hace que se pierdan de vista las oportunidades de un trabajo sobre las posibilidades que ofrece otro idioma, otro medio y otro contexto. Este es el caso de la ventana de un navegador web, el thumbnail en Youtube, el ad que queremos bloquear pero siempre se escabulle, nuestro cuadradito en Zoom/Skype/Jitsi y nuestro post en redes sociales. Cada una de las pestañas que abrimos en la ventana de nuestro navegador es un espacio el cual vale la pena analizar por si mismo.


Me interesa pensar este espacio de producción y cómo se mezcla de manera radical con los procesos artísticos. Pensar el cuarto separado de las redes de intercambio virtual es inútil en este momento. La maldita primavera que vivimos en nuestras habitaciones, ya desde hace un buen tiempo, ha reconfigurado totalmente este tipo de espacios íntimos de producción, y, cómo alguna vez lo hicieron Yuri y Escolar, debemos trabajar en una traducción de estos lugares que sea justa y realmente nos permita entenderlos. Sobretodo, dado que las ventanas de internet predican algo que desafía la práctica de la traducción convencional: no existe un "lenguaje original". Así cómo con la canción "Maldita Primavera", todas las versiones son originales y han servido como guía para sub-siguientes versiones. No perderemos nada en las traducciones, en cierto sentido ganaremos algo que contribuye a entender el universo de este todo.

Entonces les invito a este pequeño ejercicio de traducción de las ventanas de nuestros navegadores. La siguiente muestra considera la misma "pestaña" como un espacio de producción, exhibición y distribución. En este primer paso hacia pensar la pestaña en las ventanas que abrimos quiero pensar en la habitación propia y su universo a través del trabajo de 4 artistas: Luciana Ponte, Valentina Cadena Renza, Zyanya Arellano y josé fernando gress muñoz, a quienes conocí por Instagram y mi navegación por distintas webs de difusión de trabajo artístico. Sus trabajos han informado y dado sentido a mis pernoctaciones en la Internet. Espero que estas pestañas también los motiven a pensar en sus ejercicios de traducción, sus propios cuartos conectados, en las primaveras por maldecir, en la música que nos acompaña, en la cama desde la que sueñan y en sus propias ventanas en sus navegadores.


Para poder navegar en estas seis pestañas, por favor haz clic en ellas.